Solamente una vez ame la vida, solamente una vez... dice la canción de Agustín Lara quien en vida aseguraba haber nacido en el cálido pueblo de Tlacotalpan.
 
Como no asegurar haber nacido en un lugar donde caminar entre sus calles es verse rodeado de hermosas casas de colores con pilares y arcos que enamoran e inspiran...
 
Al pararte un instante, el viento que viene del mar parecerá susurrarte palabras, y quizás puedas descubrir el secreto de las canciones de Agustín Lara.
 
Veracruz, Veracruz... tan hermoso, tan sencillo y tierra de tesoros aún por descubrir. Nos abrirá la puerta a un sitio que asombro a millones de personas en el mundo por medio de las pantallas del cine ¡El Salto de Eyipantla!
 
Desde la cima de esta hermosa e imponente cascada, veremos a la brisa perderse entre los árboles cercanos; al bajar, al pie de la cascada, oiremos su rugido; y al mirar hacia arriba ¡Sentiremos la pureza de su respiro!
 
Tierra de encantos y hogar de tradiciones milenarias, nos trasladará a un mundo donde conviven la fe y el embrujo ¡Catemaco!
 
Enmarcado por la selva y la laguna. Es un lugar donde la magia se vive día a día, percibiéndose más en sus espacios naturales donde el escándalo de las guacamayas y su colorido plumaje te trasladan a otro mundo.
 
Paso a paso la selva te invita a descubrir parte de sus secretos que compartió con sus antiguos moradores. Siempre te regala un atardecer que te deja más que con asombro, así es ¡Nanciyaga!
 
Esta tierra ha dejado a cientos de miles totalmente enamorados. Hay quien habla del embrujo veracruzano. Y sí, es muy posible.
 
Casi desconocidas son las aguas azul turquesa de sus costas. Una vez más, la selva es quien hará palpitar nuestros corazones. Esta vez como mensajera del mar. Poco a poco avanzaremos, entre verde vegetación, perdiendo nuestra mirada en los árboles, buscando el paraíso...
 
...hasta por fin: escuchar el canto de las olas, y quedarnos atónitos ante la belleza del azul turquesa del mar veracruzano ¡Playa Azul! Quedarás encantada por el embrujo veracruzano.
 
Sin embargo, la selva guardará uno de sus más preciados tesoros. Al caminar sus senderos, sentirla a través de los árboles, escucharla por medio de las aves, mirarla cara a cara al contemplar lo increíble y frágil que es, nos permitirá llegar a la ¡Laguna Azul!
 
Un paraíso donde nadar es un privilegio que pocos pueden tener, moverse por la cálida superficie del agua, ver a través de sus cristalinas aguas la gran cantidad de peces que hay, y perderse por momentos en el silencio de este lugar es algo que pocas veces puedes vivir.
 
Veracruz, Veracruz... Cómo no quererte más, si con tus sones, café, comida, gente, y tus tradiciones terminas por encantarnos... ¡México en Abundancia!